Día Internacional de la Madre Tierra: ¿salvar o respetar el planeta?
- Feb 24, 2024
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Vale preguntarse: ¿qué estamos haciendo en realidad, en el día a día, para disminuir el impacto que nuestras actividades están provocando en el planeta?, expresa Katia Gil de Lamadrid Pesant.

Vale preguntarse: ¿qué estamos haciendo en realidad, en el día a día, para disminuir el impacto que nuestras actividades están provocando en el planeta?, expresa Katia Gil de Lamadrid Pesant.
En días recientes se publicaron los resultados de una investigación realizada por científicos de la Universidad de Dartmouth College sobre el impacto del aumento de la temperatura del aire en el aumento de jonrones en las próximas temporadas de la Major League Baseball. Específicamente, encontraron relación entre la temperatura, la densidad del aire y el número de jonrones y cómo el comportamiento de estas dos variables pudiera explicar una mayor probabilidad de que ocurran más jonrones. Los autores predicen que el cambio climático puede ser responsable del 10% de todos los jonrones para el año 2100 y que existe la probabilidad de que ocurrirán 95 más jonrones en cada temporada de juego del béisbol profesional. Finalmente, el reporte concluye que el calentamiento global pudiera ser responsable de cientos de jonrones adicionales.
Desafortunadamente son muchos, variados y potenciales los impactos del aumento de la temperatura promedio del planeta. Impactos relacionados con los eventos meteorológicos extremos, como las sequías, los fuegos forestales, el aumento del nivel del mar, pero también de su temperatura, que ya está ocurriendo, el deshielo de los glaciares de montañas y del hielo marino en las regiones polares, y una larga cadena de eventos y de impactos en las actividades económicas, en la infraestructura y por supuesto en la salud de las poblaciones. Es el mayor reto que tenemos como humanidad.
El mes pasado, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (organismo internacional encargado de evaluar los conocimientos científicos relativos al cambio climático) revisó la data científica recopilada y concluyó que el calentamiento ha causado ya impactos adversos y daños generalizados e irreversibles. Se plantea que, aunque se han dado algunos pasos hacia la sustitución del uso de los combustibles fósiles como fuente de energía, usando fuentes de energía renovables, las emisiones de los gases de efecto de invernadero no han disminuido. El organismo de la ONU ha estado alertando de los potenciales peligros del aumento de la temperatura promedio de la atmósfera con respecto a las temperaturas que existían antes de 1800, también denominadas temperaturas preindustriales.
Mañana 22 de abril estaremos celebrando el Día del Planeta, con actividades en las escuelas y con mensajes en los diferentes medios de comunicación sobre la importancia de proteger el planeta, los ecosistemas, las especies animales y vegetales, entre otros. Pero, vale preguntarse: ¿qué estamos haciendo en realidad, en el día a día, para disminuir el impacto que nuestras actividades están provocando en el planeta?
Nuestro planeta tiene unos límites físicos. Esto quiere decir que la velocidad con la que estamos consumiendo los recursos naturales es mayor a la capacidad que tiene la naturaleza de regenerar los mismos. Según el Panel Internacional de Recursos, de las Naciones Unidas: Si el mundo continúa proporcionando vivienda, movilidad, alimentación, energía y agua de la misma manera que en la actualidad, para el año 2050 los nueve mil millones de personas del planeta necesitarán 180 mil millones de toneladas de materiales cada año para satisfacer la demanda. Es muy preocupante el hecho de que consumimos más recursos y producimos más residuos que la capacidad biológica del planeta de asimilarlos.
El crecimiento económico sin control ha resultado en un agotamiento de los recursos y en una crisis climática. Esto a su vez, desembocará en un obstáculo para el crecimiento de las economías y para el bienestar de la población, que, en última instancia, debería ser el objetivo más importante. Y yo me pregunto... ¿podemos darnos el lujo de hacer las maletas y mudarnos para otro planeta? Definitivamente, no. Estamos obligados a hacer cambios en nuestros estilos de vida, que van desde la fuente de la electricidad que usamos, hasta la manera en cómo nos movemos de un lugar a otro y cuánto consumimos de agua, de energía, de carne entre otros productos.
Sobre todo, estamos obligados a aprender cuáles son las conductas proambientales, de manera que podamos actuar con responsabilidad para lograr detener o minimizar el aumento de la temperatura del planeta. Pienso que el “slogan” de “Salvemos el planeta” deberíamos sustituirlo por “Respetemos el planeta”, ya que nuestras acciones son las que están provocando irreparables daños a los ecosistemas terrestres y marinos, y por supuesto a la salud de millones de personas en diferentes regiones del mundo.
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