En Puerto Rico han estado disminuyendo los nacimientos desde hace décadas. Hoy tenemos la segunda tasa más baja de natalidad del mundo: 6 nacimientos por cada 1,000 habitantes, escribe Katia Gil de Lamadrid Pesant.
En Puerto Rico han estado disminuyendo los nacimientos desde hace décadas. Hoy tenemos la segunda tasa más baja de natalidad del mundo: 6 nacimientos por cada 1,000 habitantes, escribe Katia Gil de Lamadrid Pesant.
Hace mucho tiempo que los demógrafos lo estaban planteando. El estudio del crecimiento o disminución de la población basado en el análisis del comportamiento de la mortalidad, de la natalidad y del movimiento migratorio es pieza clave en la planificación de un país, sobre todo por el impacto que tiene en su economía y en la prestación de los servicios. En Puerto Rico se ha estado enfatizando que la emigración ha sido el principal factor en la disminución de sus habitantes y se ha ignorado el papel de la disminución de los nacimientos, particularmente por aquellos que se dedican a hacer políticas públicas.
Japón es el mejor ejemplo de un país en el que, desde hace varias décadas, la tasa de natalidad ha ido en picada. Recientemente se ha publicado que dicho país está al borde de no poder funcionar como sociedad por su histórica baja en la natalidad. Esto va unido a que, por mucho tiempo, se ha destacado por tener una alta expectativa de vida, lo que ha resultado en que tienen un considerable por ciento de personas mayores. Esto es lo que se conoce como proceso de envejecimiento de la población. El gobierno y la empresa privada en este país llevan décadas promoviendo incentivos para aumentar la tasa de fertilidad —actualmente es de 1.3 hijos por mujer—, pero estos planes no han dado frutos. Son muchos los factores que, según los especialistas, explican esta situación. Entre estos, se refieren a las desigualdades de género en el trabajo doméstico y en el cuidado de los hijos.
En Puerto Rico, por su parte, han estado disminuyendo los nacimientos desde hace varias décadas. Hoy tenemos la segunda tasa más baja de natalidad del mundo: 6 nacimientos por cada 1,000 habitantes, solo superado por Corea del Sur, según cifras estimadas del Banco Mundial. Nuestra tasa de fecundidad —que es el número de hijos por mujer— también es de las más bajas del mundo. Conociendo nuestra realidad económica y social sabemos que hay múltiples factores que han estado provocando esta situación: desde el hecho de que las mujeres jóvenes son más educadas y retrasan los embarazos, hasta el aumento del costo de la vida, que desincentiva tener hijos. La esperanza de vida de la población de Puerto Rico, al igual que la de muchos países, ha aumentado significativamente, lo que es muy favorable. Pero si cada vez nacen menos niños, resulta en una modificación notable en la estructura demográfica.
En algunos países europeos, determinadas políticas públicas para incentivar los nacimientos han dado resultado, como ha ocurrido en Francia y en los países nórdicos. En Puerto Rico, en el año 2010 se aprobó la Ley de Reto Demográfico. Un año más tarde se creó el Comité de Reto Demográfico compuesto por miembros de la academia, la empresa privada y el gobierno. Este Comité rindió varios informes y una propuesta de ley para extender la ley que finalizó en el año 2020, pero no se ha publicado nada más al respecto.
Hoy hay una urgencia por darle prioridad al análisis de esta situación, para tomar decisiones acertadas teniendo en cuenta nuestras particulares condiciones socioeconómicas y políticas.
Comments